miércoles, 24 de octubre de 2012

Ícaro o el Sueño de Volar

Ícaro fue el nombre elegido para denominar al Portal de Gestión de Prácticas en Empresa y Empleo que utilizan las Universidades Públicas Andaluzas y la Universidad Politécnica de Cartagena. Resulta cuanto menos curioso que una plataforma destinada a ofrecer un primer empleo a los jóvenes universitarios tenga el nombre de un personaje mitológico con tan trágico final.

Fueron varios los autores clásicos que describieron a este personaje, por lo que existen también varias versiones del mito que difieren sólo en pequeños detalles. El que más me gusta describe a Ícaro como un orgulloso muchacho hijo de Dédalo y de una esclava del rey Minos llamada Náucrate. Tras ayudar a Teseo a salir del Laberinto y vencer al Minotauro, enfurecido el rey Minos de Creta encerró a padre e hijo en el Laberinto.

Mosaico en el que se muestra a Teseo derrotando al Minotauro en el Laberinto.

Para conseguir escapar de esa intrincada prisión, Dédalo que era un hábil arquitecto e inventor, construyó unas alas para él y su hijo. Pegando unas plumas con cera a sus cuerpos, ambos emprendieron el vuelo que les llevaría lejos del Laberinto y de la isla de Creta. Antes de partir Dédalo advirtió a su hijo que tuviese cuidado, ya que si volaba demasiado bajo la espuma del mar mojaría sus alas, y si lo hacía demasiado alto al acercarse al Sol, el calor derretiría la cera. Pero Ícaro, lleno de orgullo, no atendió los consejos de su padre y se elevó tanto que sus alas se derritieron bajo el ardiente Sol y acabó precipitándose al mar.

Dédalo coloca las alas a Ícaro.  Matthias Stomer.


La caída de Ícaro.  Jacob Peter Gowy.


Escultura que escenifica a Dédalo llorando la muerte de su hijo Ícaro.


El supuesto lugar donde Ícaro perdió la vida se conoce hoy como mar de Icaria, este mar baña tanto a la isla de mismo nombre como a la cercana isla de Samos, ambas pertenecientes al archipiélago de las Espóradas Orientales. En el mapa vemos la trayectoria ficticia que pudieron realizar desde el Laberinto de Cnosos en la isla de Creta (en verde) hasta el mar de Icaria. (Islas de Icaria y Samos en rojo).

Supuesta trayectoria seguida por Ícaro.
Isla de Icaria.


El mito ilustra la virtud de la prudencia condenando la irresponsabilidad y la temeridad. Nos enseña que tan malo es aspirar a demasiado poco como pretender volar demasiado alto. Pero irónicamente la plataforma que debe procurar un empleo digno, acorde con el esfuerzo y la preparación que supone obtener un título universitario, fuerza a los recién graduados a convertirse en una especie de Ícaro moderno. 

Con sus ofertas de trabajo precarias nos enseñan a permanecer en la mediocridad y que intentar aspirar a algo mejor sólo nos conduce a un naufragio, un despido. Chapó por quien tuvo la ocurrencia de nombrar "Ícaro" a un proyecto cuyo objetivo trata la mayor ilusión de un universitario. Parece que nos estén diciendo: ¡Cuidado! no voléis demasiado alto y conformaos con lo que os ofrecemos o acabaréis cayendo al mar.

Durante siglos este mito ha inspirado a toda clase de artistas que han dejado un vasto legado de obras imbuidas por el mismo tema. Aquí os dejo algunos de los cuadros que me parecen más interesantes. Recordad que siempre nos quedará el arte aunque como afirmó Fellini en su Satyricon:
"La pasión por el arte jamás ha enriquecido a nadie."

La caída de Ícaro.  Carlo Saraceni.


Paisaje con la caída de Ícaro.  Pieter Brueghel el Viejo.


La caída de Ícaro.  Marc Chagall.



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