Le dedico a Rajoy y a toda su comitiva de incompetentes, este fragmento del discurso que Cicerón pronunció contra Marco Antonio:
"Los que a César creyeron dichoso son los más desgraciados. No es feliz quien vive sujeto a la contingencia, no sólo de ser impunemente muerto, sino con suma gloria para el matador. Déjate, pues, convencer, Antonio, te lo suplico; vuelve la vista a tus antepasados y gobierna la república de tal modo que se alegren tus conciudadanos de que hayas nacido en ella. Sin esto, nadie puede llegar a ser completamente dichoso, estimado y agradable."
Primera Filípica, Marco Tulio Cicerón.
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